Yo Vendo Unos Ojos Negros, Pototo y Filomeno
Pototo y Filomeno es el nombre de una producción antológica en donde los excelentes humoristas cubanos Leopoldo Fernández y Aníbal de Mar hacen gala de sus cualidades de canto y sketchs, con todo un juego de palabras y ocurrencias muy similares a las que hicieron famoso a Trespatines.
Allá en los años cuarenta, cuando todavía no llegaban las grabadoras a la isla de Cuba y los programas de radio se hacían en vivo, se podía escuchar a Pototo y Filomeno, que eran personajes encarnados precisamente por Leopoldo Fernández y Aníbal de Mar, que más adelante dieron vida a Trespatines y a el Señor Juez respectivamente. Sus presentaciones posteriormente dieron inicio en un show de televisión en el año 1955 llamado “El Show de Pototo y Filomeno”. Este show fue creado por el productor Álvaro de Villa.
El escritor Arturo Liendo Lazcano fue quien a finales de los años 50 se encargó de escribir los libretos de este dúo humorístico.
Junto con el grupo musical “Orquesta Melodias del 40”, Pototo y Filomeno hicieron una grabación en 1957, en donde inmortalizaron sus parodias de temas de moda y viejas melodías, las cuales con letras jocosas, como “Carta a mamita” y “Ahorita va llover”, al estilo de los cubanos de clase media baja, hacían reír a más no poder.
Con el disco “Yo pico un pan”, al cual da título una pieza que es parodia y onomatopeya de esas controversias entre poetas guajiros, le dieron a Pototo y Filomeno su popularidad ante el público cubano. El disco salió para la radio y vitrola en 1957, y se hizo ganador de un disco de oro por las grandes ventas que obtuvo.
Leopoldo Fernández interpretaba a Pototo de manera magistral dentro de los cánones del teatro tradicional cubano y le estampó su sello artístico en este personaje. Pototo a diferencia de Trespatines, era el llamado jodedor cubano (el cotorreador, el tipo del cotorreo, el que bromea con la gente) y tenía al igual que Trespatines el hecho de utilizar el retruécano, el cambio de las palabras, pero no era igual, y el señor Juez pasa a ser Filomeno, y se crea la dualidad de Pototo y Filomeno en teatro, en televisión y en cine, en películas como ¡Olé Cuba! (de 1957) y en centros nocturnos como el cabaret Sierra y el cabaret Montmatre.