Parranda Borinqueña, Ramito
Ramito nació el 5 de septiembre de 1915, en el Barrio Bairoa de Caguas. Su primera influencia en la música la ejerció su abuelo, carretero que entonaba cantares bueyeros en el barrio Bairoa. Así, a los ocho años, el eventual “Cantor de la Montaña” comenzaría a echar raíces en el arte cantando sus primeros versos jíbaros. Y ya, a los 13 años, Flor improvisaba “promesas” inspiradas en la tradición puertorriqueña que ofrece rosarios cantados por peticiones contestadas o por el alma de algún difunto.
Su primer contacto con el mundo del disco se dio en 1932. Siete años más tarde Ramito hizo su primera grabación para el sello multinacional RCA Víctor titulada “Estrellas de Oriente”. En fecha posterior su carrera despuntó con el sello Ansonia. De esta forma sus décimas recorrieron las Antillas, Sur y Centro América y los conglomerados latinos de Nueva York, Chicago, California y Hawaii. Fue igualmente importante la exposición que logró a través de su programa radial “Melodías criollas”.
Ramito popularizó en 1940 la frase “¡Sopla Bairoa!” que para la década de los 80 cobró vigencia en los partidos de béisbol de los Criollos de Caguas. El sentimiento que Morales Ramos le imprimía a sus décimas y los matices de su voz eran la clave de su impacto en la conciencia musical de los puertorriqueños. De hecho, Ramito ganó amplia popularidad en la transición de la década del 40 al 50 gracias a sus improvisaciones relacionadas al tema de la guerra en Corea.