Odilio González, Odilio González
Poseedor de una de las voces más raras y bonitas del pentagrama popular puertorriqueño, Odilio González constituye una leyenda viviente dentro de la denominada canción de vellonera, como la identifican sus cultores y fieles seguidores, siendo, igualmente, un trovador de primera categoría. Incluso, su estilo pueblerino, más bien “ajibarado”, de interpretar el bolero, sirvió de fuente inspiradora al surgimiento del estilo dominicano llamado bachata.
Odilio González Arce comenzó a improvisar décimas durante su niñez. Pero, sería a partir de 1950, poco después de que fuera a vivtr con su familia a Arecibo -donde todavía radica -, que se motivaría a dar rienda suelta a su vocación artística.
Odilio González hizo sus pinitos en el programa “Aficionados arecibeños”, que Nabal Barreto animaba y producía en la radioemisora WCMN. En aquella histórica audición resultó premiado. Aquel triunfo inicial le abrió las puertas de otros espacios radiales.
Incluso, varias veces Odilio González demostró su talento en el emblemático “Tribuna del arte”, instituido por Rafael Quiñones Vidal en la capitalina WNEL. En 1956 grabó su primer disco, un sencillo que incluía la guaracha “El vellón pegao” y la plena “Ni de madera son buenas”.
Como la radio le brindó bastante difusión en las regiones Norte y Oeste, pronto se convirtió en atracción regular de los espectáculos de fiestas patronales y los presentados en los teatros de aquellas zonas. Naturalmente, siempre como figura secundaria. En 1957, el sello Mar-Vela le editó su primer álbum: “Cantando en el campo” (MVLP-73), en que estuvo acompañado por un conjunto típico.