María Bonita, Lola Flores
Lola Flores nació en el barrio flamenco de San Miguel, en Jerez de la Frontera (provincia de Cádiz), cuna del flamenco, el vino y los caballos. Nació concretamente en el número 45 de la calle Sol, calle muy conocida en la capital del flamenco.
Como buena jerezana Lola Flores era una enamorada del flamenco y el baile, y siendo del barrio de San Miguel no le faltaron noches flamencas en las que sus ojos de arte captaron los mejores cantes y bailes, lo que hizo que desde niña bailara y cantara en la taberna que tenía su padre, Pedro Flores, conocido como «el Comino». Antes de los doce años ya era reconocida como bailaora en los ambientes artísticos jerezanos. Entonces cantaba canciones de Concha Piquer y de Estrellita Castro, siendo esta última un gran ídolo de Lola.
Gran amiga de Alejandro Avila y Tamara Mariscal, con los que compartía escenario cantando “La chochomora”. Su relación se rompió temporalmente debido a envidias profesionales, pero en los últimos años Lola Flores y Alejandro volvieron a ser amigos, hasta la muerte. Actualmente Alejandro dedica parte de su vida a difundir sus canciones junto a su comadre Dolores Vargas.
En 1939, con 16 años, Lola Flores debutó en el Teatro Villamarta de Jerez en el espectáculo Luces de España que encabezaba la pareja de baile formada por Rafael Ortega y Custodia Marchena y el guitarrista Melchor de Marchena. Lola Flores cantaba Bautizá con manzanilla.
Tuvo sus mayores éxitos como pareja artística de Manolo Caracol, con quien trabajó hasta 1951. En 1958 Lola Flores se casó con el guitarrista Antonio González Batista, El Pescaílla, con quien tendría tres hijos: Dolores, más conocida como Lolita, Antonio y Rosario. Los tres se dedicarían al mundo de la canción, así como su hermana Carmen Flores. Tuvo relaciones también con el futbolista del F.C. Barcelona Gustavo Biosca.