Dúo, Davilita y Felipe Rodríguez
Davilita, Pedro Ortiz Dávila, fue una de las primeras estrellas del ámbito musical puertorriqueño en la ciudad de Nueva York.
En el Barrio Hispano, a mediados de la década de los veinte y los treinta del pasado siglo, la “Hernández Music Store” fue un elemento primordial de dicho ambiente. Fue un lugar en que se solían frecuentar compositores y músicos puertorriqueños y de otros países latinos. Fue en este ambiente que en 1929 ocurrió el encuentro casual entre Davilita y el venerable Rafael Hernández, mientras éste se afanaba componiendo la canción de fama actual, Lamento Borincano (canta Davilita, letra).
Davilita le gustó la canción aun por completar y se ofreció a grabarla, pero Hernández no accedió. Poco tiempo después, Canario se encargó de grabar la canción. Por cosas del destino, Davilita fue primera voz, acompañando al legendario cantante Fausto Delgado, cuando Ramón Quiroz se enfermó.
Asimismo, Davilita conoció y trabajó con muchos de los artistas boricuas y latinoamericanos de esa época que vivían en Nueva York. Se sumó a Pedro Flores como integrante del famoso Sexteto Flores. Durante muchos años, la agrupación interpretó en varios países algunos de los boleros más preciosos. Davilita fue el vocalista principal de las canciones memorables que compuso Flores. No cabe duda que ésta fue una de las relaciones más fructíferas en la historia de la música puertorriqueña.
Fue durante esa era que Davilita muchas de las canciones que hoy son clásicas, tales como Perfume de Gardenias y El Buen Borincano.
En 1954, formo un dúo con Felipe Rodríguez. No obstante que Davilita ya había pasado por sus mejores años, Rodríguez atravesaba su mejor momento y el par alcanzo grandes éxitos, durante una época en que el género gozaba de su mayor popularidad.