Xavier Cugat, Rumba Rumbero

Xavier Cugat, Francisco de Asis Javier Cugat Mingall de Bru y Denlofeo, nació en Girona, Cataluña, España, el 01 de Enero de 1900.

Debido a las actividades políticas de su padre, en 1904, cuando Xavier Cugat tenía cuatro años, la familia emigró a Cuba. De ahí la razón por la que el catalán hablara con acento cubano. Aparte de demostrar aptitudes para la música, a muy temprana edad, Xavier también mostraba signos de ser un buen dibujante.

Cuando era apenas un niño, Xavier Cugat pasaba mucho tiempo en el taller de un español que fabricaba instrumentos de cuerda y eso le ayudó en su afición por la música. A la edad de 6 años recibía de su padre su primer instrumento, un violín y le enseñó a tocar la melodía catalana «La Mare de Deu» que le acompañó toda su vida tocándola siempre al abrir sus actuaciones. A los 12 años tocaba en la Orquesta Sinfónica del Teatro Nacional de La Habana. En la capital cubana conoció al tenor Enrico Caruso, quien le pronosticó que tendría un gran éxito en Estados Unidos.

Al terminar la Primera Guerra Mundial, en 1918, Xavier Cugat decide visitar a Carusso y se dirige a Nueva York, pero cuando llega, el tenor se encontraba en Italia. Cugat no conocía a nadie más en esa ciudad, no hablaba el idoma inglés, ni tenía dinero para sobrevivir cómodamente, por lo que se vio obligado a mendigar y dormir en las plazas públicas.

Por pura casualidad, conoció a un compatriota suyo, el catalán Agustí Borgunyó, pianista de 24 años y ambos formaron un dúo de piano y violín. A partir de ese momento su suerte cambió. Luego de muchas presentaciones, Xavier Cugat logró reunir suficiente dinero para viajar a Los Ángeles. Una vez en California se encuentra con una compañera de estudios, Rita Montaner, que tocaba en La Habana y forman un dúo de música clásica, logrando tener el éxito suficiente como para realizar una gira a Europa. Poco después Xavier y Rita se casaron.