Seguiriyas del Marruro, Manolo Caracol
Manuel Ortega Juárez, más conocido como Manolo Caracol; Sevilla, 1909 – Madrid, 1973) Cantaor español. Fue el último representante de una gran dinastía gitana de mucho peso en el mundo del flamenco y de los toros.
Manolo Caracol era biznieto de Curro el Dulce, tataranieto, según dicen, del Planeta, y sobrino de Enrique el Mellizo; además, estaba emparentado a través de Enrique Ortega el Gordo con una buena saga de matadores taurinos. De hecho, su padre se dedicó a los toros en vez de al cante, aunque conocía los palos básicos y de vez en cuando los cantaba en reuniones familiares. También el Fillo se cuenta entre sus ancestros.
Manolo Caracol triunfó cuando todavía era un niño, en el famoso Concurso de Cante Jondo de Granada en 1922, en el que participó como el “Niño de Caracol”.Manolo Caracol ganó el primer premio (1.000 pesetas y un diploma acreditativo del premio que luego colgó en su tablao madrileño de Los Canasteros) ex aequo con el Tenazas de Morón, que era ya un anciano. Los dos vencedores del concurso tuvieron desigual evolución. El Niño del Caracol, que contaba con doce años, se convirtió en el célebre Manolo Caracol, volcán de la pasión gitana y cantaor de los más aclamados por público y crítica.
Manolo Caracol debutó muy pronto y pudo escuchar a los grandes: Torre, Chacón, Pastora Pavón (la Niña de los Peines), Tomás Pavón. Manolo Caracol trabajó en diversos espectáculos de variedades e hizo giras por varias ciudades.
En 1935 Manolo Caracol se estableció en Madrid y en la capital se ganó la vida como antes en Sevilla: actuando en juergas flamencas pagadas por señoritos y terratenientes.
Pero el estallido de la Guerra Civil provocó el fin de este tipo de fiestas, y entonces Manolo Caracol trató de sobrevivir con el teatro. Hizo equipo con la Niña de los Peines y Pepe Pinto, y entre los tres diseñaron una idea que llevaron a la práctica tras la contienda civil y que tuvo éxito instantáneo: la estampa escenificada, donde se mezclaban baile, cante y teatro junto con una orquestación completa o, si el presupuesto no daba para más, con piano sólo.
En 1944 Manolo Caracol coincidió con Lola Flores en Sevilla, y fruto de ese encuentro surgieron una serie de planes comunes relacionados con sus ideas de estampas escenificadas. Manolo Caracol había hecho varias con éxito, sobre todo La Romería del Rocío, y le propuso a Lola Flores trabajar en ese ámbito. Debutaron en Valencia con Zambra en 1944 y obtuvieron un éxito arrollador. Recorrieron España de punta a punta hasta 1950, año en que se separaron.
En ese tiempo, las estampas sirvieron de inspiración para realizar varias películas, como Embrujo, de 1946, o La niña de la venta, de 1951, dirigida por Cesáreo González.