100 años del nacimiento de Pio Leyva “El Montunero de Cuba”
PIO LEYVA
Posiblemente ya desde mediados de los años veinte del siglo XX, vecinos de la camagüeyana colonia Lombillo perteneciente al antiguo central azucarero Jaronú, podían vaticinar que un mulatito siempre risueño, inquieto y hablador, llamado Wilfredo seria artista; integraba entonces un improvisado conjunto infantil de sones manigeros.
Siendo muy joven formó dúos, tríos de voces y guitarras en su pueblo natal con Enrique Blazo, Miguel Ángel Piña y Ñico Morgado con los que actuó en la emisora de radio CMJX de Morón.En 1932 Pío Leyva realizaría su verdadero debut como vocalista profesional formando parte del excelente Septeto Caribe bajo la dirección del maestro Juanito Blez. Ya en esos años Pío era dueño de una estupenda voz afinada y rítmica de guajiro negro cubano que lo identificaba con lo criollo.En la década del 40 del siglo XX se trasladó a la ciudad de Camaguey y Pío Leyva entró en la orquesta de Hermanos Licea, adquiriendo la experiencia necesaria para iniciada la década del 50 lanzarse a conquistar la capital como parte de la Orquesta Hermanos Martín.
Ya en la década del 50 del siglo XX marchó a La Habana como solista y grabó numerosos discos acompañado de diversas agrupaciones musicales, y se hizo grande con su versión de la pieza El cangrejo no tiene ná, que lo situó en el lugar cimero de los soneros del país.En 1956 ya radicado la Ciudad de la Habana, Pío Leyva realizó dos grabaciones de prueba para los famosos discos RCA Víctor y tuvo la gran fortuna de ser acompañado en ellas por una de las más importantes Jazz Band de la época: Sabor de Cuba, bajo la dirección del talentoso pianista y orquestador cubano Bebo Valdés (padre de Chucho Valdés).
En esa oportunidad Pío Leyva dejó registrado en su voz el Son – montuno Sin caña y sin platanal, y de su propia autoría Chapaleando que lo daría a conocer en México por su gracia al cantarla sabroso ritmo de bachata y la realización de su primer LP titulado Soy de Jaronú junto a la orquesta de Mariano Mercerón; experiencias que contribuyeron a establecerlo como un sonero de categoría y un fabuloso improvisador, lo cual provocó que en lo adelante fuera llamado en incontables ocasiones como invitado a participar en grabaciones de renombradas agrupaciones como las orquestas Cosmopolita, Monumental, Novedades y el grupo de Compay Segundo.Este fue el inicio de sus primeros triunfos discográficos que se consolidaron con títulos como el Chachachá, Mis tres mujeres (A. Díaz), la conga Ritmos de Cuba, (S. Contreras), los sones montunos Yo bailo con ella (P. Salazar), pero sobre todo Pió Mentiroso (M. Ojeda) y la respuesta a ésta del propio Pío, Cariñoso sí, mentiroso no.
Era de esperar que Pío Leyva y Bebo Valdés con sus músicos realizaran años más tarde (1959) una gira a México donde actuaron en escenarios importantes de ese país.La década del cincuenta denominada por algunos como “de Oro” por sus abundantes agrupaciones bailables y excelentes donde Pío Leyva es una de las figuras más emblemáticas actuando y grabando profusamente con otras de gran prestigio como Bebo Valdés, Esteban Antune, Severino Ramos, Niño Rivera, Joaquín Mendive, Emiliano Peñalver y Mariano Mercerón. Esta es la época donde Pío consolida su fama como “El montunero de Cuba” interpretando guarachas, sones, boleros, rumbas, mambos, merengues y plenas donde se pusieron de moda títulos como Cuidado con los callos, El cangrejal, Domitila, Llegaron las golondrinas, Anabacoa y El bombón de Elena. Los títulos Francisco Guayabal y Mulata fueron éxitos en la voz de Benny Moré, y Sibanicú fue popularizada por Roberto Faz y su conjunto.
Murió en 2006.
Fuente: http://www.ecured.cu
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Date: | 06 May 2017 |
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