LUCY FABERY
Biography
Lucy Fabery, Luz Ercila Fabery Zenón, hija de don Rafael Fabery y doña Petra Zenón, nació en Humacao un 25 de enero. Estudió su escuela elemental en la Luis Muñoz Rivera; la intermedia en la Juan Ponce de León y la superior en la Ana Roqué de Duprey, de dicha municipalidad.
Cuentan que su amor por la música le venía en la sangre. Su padre, conocido como el Indio Fabery, era músico y tocaba varios instrumentos, particularmente el violín. Su madre, maestra, principal y luego supervisora, tocaba piano y dirigía el coro de 50 voces de la escuela donde enseñaba en Humacao. Fue ahí dondeLucy Fabery dio sus primeros pasos en la música.
En aquellos días, mientras cursaba los grados secundarios, su casa era frecuentada por prominentes músicos, entre ellos el licenciado Aguedo Mojica y don Juan Peña, padre de Lito. Lucy Fabery cantaba entonces en los programas de la escuela acompañada al piano por su condiscípulo Gil Velázquez.
A esos primeros pasos en el arte le siguieron los programas de radio en Caguas y cierta experiencia artística en el coro de la escuela superior de su pueblo; estudios de canto en la Escuela Libre de Música Ernesto Ramos Antonini; y participación en el Coro de la Universidad de Puerto Rico, dirigido por el fenecido Maestro Bartolomé Bover.
Fue en esos días de estudiante en Río Piedras, donde Lucy Fabery estudió magisterio y luego técnica de rayos X, que se presentó en las festividades a la reina de la Facultad de Pedagogía, interpretando un himno con tal sentimiento (o filin) que el administrador del centro nocturno Voodoo Room, don Félix Benítez Rexach, le ofreció trabajo para cantar los viernes y sábados por $75.00 semanales, lo que era considerado una fortuna en esos días.
En 1946 Lucy Fabery debutó en el Voodoo Room del Hotel Normandie cantando la famosa melodía “Vereda tropical”. Una noche la escuchó cantar el actor Rafael Benliza y de inmediato la bautizó como “La Muñeca de Chocolate”; epíteto que hasta el día de hoy la distingue en la industria.
Posteriormente, Emilio Ríos, propietario de un centro nocturno en Miramar, le ofreció $100.00 por cantar en el Cabaret Morroco, en la avenida Ponce de León, donde permaneció durante cuatro años. La experiencia alcanzada le permitió su lanzamiento en el Teatro Puerto Rico, en Nueva York, donde participó en un importante espectáculo junto a Miguelito Valdés “Mr. Babalú”, Gilberto Monroig y la Orquesta de Jack Bolívar. Al cabo de 10 días, por recomendación de Miguelito Valdés, Julio Gutiérrez le ofreció un contrato de siete meses para debutar en el programa de la televisión cubana “Espectacular en la noche”.
Su éxito en La Habana fue tal queLucy Fabery se quedó en suelo cubano por un largo periodo realizando presentaciones en varios teatros, clubes nocturnos y ‘boites’ de la Capital. Allí también firmó un contrato permanente con la CMQ de La Habana para actuar en “Jueves de Partagás”, “Casino de la Alegría” y en el Casino Parisiense, del Hotel Nacional.
En medio de todo su apogeo, Lucy Fabery se distinguió por su vestimenta de gran sensualidad diseñada por renombrados modistos cubanos y mexicanos de la época, así como de la modista puertorriqueña Rafaela Santos. Su confección refleja las tendencias y gustos de una era en la que el cabaret era el eje de todo un sistema de diversión nocturna basado en el glamour: trajes de sirena, de pantera negra, de sierpe, de pavo real, de marabú o de Marilyn Monroe. Era una época de trauma en que la sociedad cubana mostraba profundas insatisfacciones con las modas tradicionales, y una puertorriqueña, convertida en símbolo sexual del momento, se presentaba así vestida en los programas televisivos de mayor audiencia.
La sensual humacaeña realizó numerosas tournées artísticas por distintos países de Europa y América. En nuestro hemisferio actuó en importantes escenarios de México, Venezuela, Colombia, Argentina y Cuba. En sus múltiples presentaciones por estos países compartió tarima con artistas de renombre, entre ellos, Benny Moré, Rosita Fornés, Celia Cruz, Pedro Vargas, Mario Moreno, El Indio Fernández, Silvia Pinal, Virginia López, Luisa María Güell, Agustín Lara y Toña La Negra. Cantó también con las mejores orquestas de la época, entre otras, con Chico O’Farril, Rafael de Paz, Mario Ruiz Armengol y Chucho Zarzoza. En 1957 participó junto a Agustín Lara en su programa “Agustín Lara, sus canciones y sus intérpretes”.
A su regreso a Puerto Rico, Lucy Fabery recibió un contrato para cantar en el Club Caribe del Hotel Caribe Hilton. Allí estuvo durante tres años, alternando también en diversos programas de la televisión puertorriqueña, a la vez que viajaba con frecuencia a Cuba para cumplir compromisos.
Posteriormente la reclama el pueblo azteca y allí permanece durante una década, conquistando a los mexicanos a través de sus presentaciones en televisión, películas y centros nocturnos. También Lucy Fabery triunfó en otros países de habla hispana, entre ellos, Venezuela, Uruguay, Colombia, República Dominicana, Panamá, Argentina, Perú, España y Portugal. En ellos ha participado en los más prestigiosos centros nocturnos, entre otros, El Afro en la Zona Rosa de México, el Tamanaco, el Teatro Blanquita, el Maipo, el Escambrón Beach Club, el Tropicana, el Chateau Madrid, el Club Caribe y el Café Teatro Sylvia Rexach.
En 1987, tras diez años fuera de los estudios de grabación, la cantante realizó la producción discográfica “Lucy Fabery”. Para esta producción independiente la popular artista regrabó algunos de sus grandes éxitos siguiendo la onda del jazz. De esta forma, Lucy contó con el apoyo musical de renombradas figuras del pentagrama, como lo son Walter Bishop, Eddie Gómez, Andy González, José Chambers y Jerry González. La carátula fue diseñada por el artista Antonio Martorell.
Dos años antes, Lucy Fabery fue una de las estrellas que participó en la grabación del disco “Artistas Puertorriqueños: Música para el Silencio”, que interpretó el tema “Somos el prójimo”.
Entrada la década del 90, la multinacional RCA/BMG editó en formato de disco compacto una de las producciones que grabara en México durante la década de los años 60.
En 1995 Lucy Fabery recibió el Premio Especial ACCA, de la Asociación de Críticos y Comentaristas de Arte, por su trayectoria artística internacional.
Igualmente, Lucy Fabery participó en el espectáculo “Bolero y filin” junto a Daniel Santos y Tony Pizarro, que se presentó en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico. Fiel a esa expresión musical, Lucy fue una de las atracciones especiales del concierto “Noche de filin” celebrado en el Salón de Oro del Hotel Radisson Normandie, donde cantó con Renée Barrios y Felo Bohr.
En 1996 “La Muñeca de Chocolate” interpretó a la cantante de cabaret Lady Blues en la obra “Bolero entre tres”, de Harvey Fierstein, actuación que mereció grandes elogios de la crítica nacional. Años antes había debutado en la pantalla televisiva como parte del elenco de la telenovela boricua “La Isla”.
En la industria cinematográfica Lucy Fabery también llegó a trabajar en unos siete largometrajes. En la película “Marta ataca a Puerto Rico” cantó plenas mientras en “Reflejo de un deseo” interpretó “El hombre que me gusta a mí”. Igualmente llegó a cantar “Buenas noches, mi amor”, tema compuesto por Myrta Silva, en otro filme de la cineteca hispana. También actuó en los filmes “Canciones inolvidables”, “Reflejo de un deseo” y en el filme de Jose Artemio Torres, “El caso del Inspector Prado”. Igualmente en 2003 tuvo una destacada participación en el especial “Ocho Puertas” producido por el Banco Popular de Puerto Rico el cual fue editado en formato de cd y dvd.
A finales de 2006 Lucy Fabery volvió a ocupar titulares con el lanzamiento del disco “Humberto Ramírez presenta: Divinamente, Lucy Fabery”. La grabación, producida por la Fundación Nacional para la Cultura Popular, ganó aplausos de la crítica especializada siendo distinguida por el periódico El Nuevo Día como uno de los discos del año.
Con “Divinamente” Lucy Fabery realizó una serie de presentaciones en el País iniciando las mismas en el Salón Atlantis del Hotel Intercontinental de Isla Verde. Posteriormente una propuesta de conciertos recibió endoso oficial de Apoyo a las Artes, el Instituto de Cultura Puertorriqueña y la National Endowment for the Arts, presentándose gratuitamente en la Concha Acústica de Guaynabo, la Plaza Central de Barranquitas, el Teatro Ramón A. Frade de Cayey, el Centro de Usos Múltiples de Vieques y el recién inaugurado Jardín Botánico de Caguas.
Lucy Fabery está considerada como una de las voces femeninas favoritas del cancionero popular puertorriqueño. Su voz ronca y estilo sensual, acompañada de atrevidos escotes, siempre serán distintivos de su innegable personalidad artística.
Fundacion Nacional para la Cultura Popular