JUAN VICENTE TORREALBA
Biography
Juan Vicente Torrealba (Caracas, Venezuela, 20 de febrero de 1917) es un musico y compositor venezolano, autor de famosas composiciones de corte venezolano, y, principalmente del llano venezolano, tales como Concierto en la llanura, Rosario, La Potranca Zaina, Madrugada llanera, Sabaneando, entre otras, cuya trascendencia universal, le colocan como uno de los arpistas de mayor renombre que ha tenido Venezuela en toda su historia musical.
Juan Vicente Torrealba Pérez fue el tercero de los hijos del matrimonio de Santana Torrealba Silva y María Esperanza Pérez, nacido en la esquina de Rosario en Caracas, para ese entonces una zona rodeada de haciendas y en las inmediaciones del Nuevo Circo de Caracas. Su niñez y adolescencia transcurrieron en el hato de su familia llamado Banco Largo, cercano a la población de Camaguán (Estado Guárico).
Allí Juan Vicente Torrealba desempeñó diversas labores propias de los obreros de la hacienda y, debido a la falta de tiempo, nunca pudo cursar formalmente la educación primaria. Como anécdota de su adolescencia cabe destacar que conoció y conversó varias veces con el dictador Juan Vicente Gómez. Es durante este período que nacieron sus inquietudes musicales y aprendió a tocar la guitarra.
Como otros jóvenes de la época, Juan Vicente Torrealba estaba influido por la música que llegaba de diversos países, sobre todo Cuba. A los 18 años de edad, realiza su primera presentación como guitarrista en el pueblo La Unión (Estado Barinas) tocando la melodía Cuidadito Compay Gallo del compositor cubano Ñico Saquito. Sin embargo, abandonó este instrumento al oír ensayar al concertista de guitarra Rodrigo Riera.
Buscando otros horizontes, Juan Vicente Torrealba se traslada a Caracas y a pesar de que solo sabía escribir y leer, se emplea como fiscal de una empresa láctea. Allí aprende a tocar el arpa llanera al lado del músico y compositor Ignacio “El Indio” Figueredo.
El destino lo lleva a concebir en 1947 su conjunto musical Los Torrealberos, junto a su hermano Arturo Torrealba y su hijo, Santana Torrealba León. Sin embargo, faltaba un cantante y para este fin fue contratado el joven intérprete Ángel Custodio Loyola.
Así conformado el conjunto, Juan Vicente Torrealba comienza ganarse la vida en eventos sociales. Un año después, se inicia como compositor con los temas Las caricias de Cristina y el reconocido Concierto en la llanura, melodía en ritmo de pasaje estilizado que, curiosamente, se convierte en tema de ejecución para la obtención de la licenciatura en arpa en México y Paraguay.
Buscando la manera de grabar su primer disco, Juan Vicente Torrealba entra en contacto con la pianista y compositora María Luisa Escobar, quien influyó de manera decisiva para que esta aspiración se cumpliera.
Un tiempo después, Loyola abandona el conjunto, según diría varios años después, porque Juan Vicente Torrealba le quitaba al cantante las propinas que a éste le daban. Desde entonces, varios han sido los vocalistas venezolanos y una extranjera que han sido acompañados por Los Torrealberos, destacando el tenor Mario Suárez, Rafael Montaño y Magdalena Sánchez, quien graba la composición Maria Laya, que es el primer éxito discográfico de Torrealba. Ya para ese momento, los poetas Germán Fleitas Beroes y Ernesto Luis Rodríguez emprenden la tarea de ponerle la letra sus composiciones.
La música del llano venezolano recibe con Juan Vicente y sus “Torrealberos” un gran impulso en la difusión por todo el país en la segunda mitad de la década de los cincuenta, proyectando e impulsando al joven tenor Mario Suárez, con quién el conjunto trabajó durante una prolongada temporada, amén de que fueron grabados numerosos discos con el sello discográfico Banco Largo, creado por Torrealba por sugerencia de María Luisa Escobar, para que pudiera proteger sus derechos como compositor. Para la distribución de sus grabaciones, contó con una alianza hecha con la empresa Industria Nacional del Sonido Venevox.
Durante los años 60 y 70, aparte de sus varias presentaciones en territorio nacional Juan Vicente Torrealba inicia también otras dando a conocer sus composiciones en diversos países de América y Europa. De hecho, al finalizar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez el músico debió marcharse de Venezuela, al sentir que los gobiernos que siguieron mantenían un veto sobre su música. Así que llega a España donde se pone en contacto con el músico Lorenzo González, dueño de una orquesta y quien le consigue presentaciones a Torrealba y su grupo. En 1971, marca un hito en su carrera al grabar el LP Rapsodia Llanera junto a su agrupación y una orquesta sinfónica que dirigió el músico Attilioo Ferraro. Poco después, desaparece el sello Banco Largo.
Al principio de 1973, en Alemania Juan Vicente Torrealba estudia los principios de la música electrónica y, al regreso, incorpora mejoras en el sonido de su arpa y añade la presencia de teclados a su conjunto. Firma un nuevo contrato con la filial venezolana discográfica de la transnacional BASF, con la cual realiza varios LPs con música tradicional venezolana y música bailable de Colombia, Cuba y México. Llega inclusive a experimentar con melodías italianas al grabar su álbum Italia In Ritmo Tropicale (1977). Anteriormente, había grabado a su lado la soprano japonesa Nikari Niki, quien introdujo la novedad de interpretar las melodías de Torrealba, a partes iguales en español y japonés.
En 1978, buscando innovar con su música, Torrealba disuelve momentáneamente su agrupación para establecer una orquesta bailable que combinara en un solo ritmo los compases de la salsa, el pasaje y la samba brasileña. A esta mezcolanza la denominó Ritmo Super 80. Con esta agrupación, graba su único LP titulado Juan Vicente Torealba y su Ritmo Super 80. Sin embargo, su intento es ignorado por los directores de las orquestas de moda y Torrealba disuelve la agrupación, regresando Los Torrealberos a la actividad. Poco después también desaparece la discográfica BASF de Venezuela.
Firma su último contrato discográfico en 1981 con la empresa Sonográfica, con la cual realiza unas pocas grabaciones, respaldando a la cantante apodada Natalia, antes de retirarse de la actividad musical en 1986, al sentir que a su música no se le daba suficiente promoción. Desde entonces, el Maestro Torrealba, se ha dedicado a la fotografía y a la pintura, aparte de buscar el rescate de sus composiciones, labor en parte realizada por las empresas Velvet Música y Fonográficas Gilmar, que manejan actualmente en sus archivos el catálogo de la mayoría de las grabaciones del músico.