CESAR CONCEPCIÓN
Biography
Ya, a los 14 años, César Concepción era considerado un músico tan competente que su popularidad trascendía las fronteras de su región natal. Al punto de que, en 1925, el destacado pianista Augusto Rodríguez Amador fue a buscarlo para ofrecerle una posición en la orquesta que estaba organizando en San Juan: The Midnight Serenaders. Para aquella fecha nuestro biografiado aún no había cumplido 16. Con aquella organización emprendió formalmente su carrera profesional.
Siete años después (1932), la misma se desintegró. Entonces César Concepción se sumó a la plantilla de Ralph Sánchez & His Symphonians, en cuyas filas permaneció hasta 1935, año en que decidió marcharse a Nueva York, pues además de que el movimiento artístico hispano de esta metrópoli atravesaba un período de gran efervescencia – se habían multiplicado los salones de baile en que imperaba la rumba y las grandes disqueras estaban sedientas de música latinoamericana –, allá podría pulirse en la ejecución de su instrumento con algún especialista en la materia.
Para su suerte, tras llegar a la Gran Urbe, César Concepción no demoró en encontrar acomodo en la orquesta del pianista venezolano Eddie LeBaron que, a la sazón, era la de planta del lujoso cabaret The Rainbow Room. Y, tal y como esperaba, casi de inmediato tuvo oportunidad de estrenarse como sesionista. Con LeBaron, por ejemplo, grabó piezas como la exitosa “Por Corrientes va una conga” (de Ernesto Lecuona) bajo la etiqueta Decca y, con la dirigida por el cubano Eliseo Grenet, buen número de composiciones de éste, varias de las cuales recibieron intensa difusión. Sobre todo, “Las rumbas cubanas” (Columbia, 1936). En la mayoría de esos registros sobresale el sonido ancho y brillante de su trompeta.
Su vinculación a la orquesta de Eddie LeBaron se extendió hasta 1940, cuando César Concepción se trasladó a Los Ángeles, donde algún tiempo después fundaría el majestuoso cabaret Trocadero’s Club, que llegó a ser considerado entre los más famosos del mundo. Sin embargo – en el ínterin –, luego de que esta organización concluyera su contrato en The Rainbow Room (1937), también colaboró en grabaciones y, en algunos casos, en presentaciones personales, con las orquestas de Xavier Cugat, Enrique Madriguera, Don Maya, Carlos Molina, José Morand y Nano Rodrigo. A partir en 1940 grabó con las distintas formaciones de Pedro Flores.
César Concepción regresó a Puerto Rico en 1942, contratado para integrar la orquesta de planta del cabaret Jack’s Club, en Santurce, dirigida por el saxofonista y clarinetista Armando Castro «Fajardito». Su pasantía por esta agrupación, que se identificaba como Armando Castro & His Jazz Band, se extendió hasta 1945.
Durante ese período, César Concepción aportó varias piezas al repertorio de la orquesta, sobresaliendo entre ellas un calypso – escrito en colaboración con Castro –, que alcanzaría categoría de clásico: “Jack, Jack, Jack / Cutúguru”. Es obligatorio resaltar el dato de que este tema, vocalizado por Juan Ramón Torres «El Boy», pasó a la historia como la primera canción, original de boricuas y grabada por una agrupación netamente puertorriqueña, que logró colocarse en el Hit Parade norteamericano (1945).
Luego de año y medio formando parte de la oficial del Escambrón Beach Club, dirigida por Rafael Duchesne, este ilustre cayeyano se dispuso a formar su propia orquesta, apoyado por el empresario arecibeño Jorge «El Nene» Correa. Éste lo estimuló a organizarla para que fuera la oficial del lujoso New Yorker Club, que se disponía a inaugurar en los predios que antes ocupara el Hotel Bellevue, junto a la Laguna del Condado, en Santurce.
La muy promocionada apertura de aquel recinto y el debut de la naciente orquesta de César Concepción alternando con la del ya consagrado pianista Noro Morales – que, dicho sea de paso, se presentaba por primera vez en Puerto Rico –, aconteció el 14 de junio de 1947. Aquella histórica noche integraban su plantilla: Juan Ramón Torres «El Boy» (cantante); Luisito Benjamín (pianista); Tony Di Ricci y Berto Torres (segunda y tercera trompetas, respectivamente); Ángel Rafael «Lito» Peña (primer saxofón alto); José «Acevedito» Torres (segundo saxofón alto); Rubén Rivera (saxofón tenor); Juan Antonio Bajandas (contrabajista); José «Pepo» Talavera (timbalero); Jesús Cruz (conguero) y Francisco «Pacotón» Torres (bongosero). El magno evento fue transmitido a través de WAPA Radio por el muy destacado locutor Mariano Artau.
Resulta menester resaltar el hecho de que, verdaderamente, la popularidad de la orquesta de César Concepción se cimentó a través de sus participaciones diarias en el programa “La ruleta musical”, que Artau mantenía en la referida emisora. También, que poco tiempo después de su debut, «El Boy» cedió su posición al talentosísimo Joe Valle, quien sería el vocalista que más identificaría a la banda ante el público. Fue con éste que se grabarían los boleros consagratorios de César Concepción, así como la tanda de plenas “de salón” dedicadas a numerosos municipios.
Es importante recalcar que, hasta entonces, este ritmo tan boricua no sea había adaptado a una orquesta grande, impartiéndole un matiz más refinado que le permitiera invadir los escenarios más aristocráticos y los centros frecuentados por la alta sociedad. De acuerdo con el criterio de muchos musicólogos, aunque en cierta medida expuso una plena desnaturalizada, carente del sabor callejero que la caracteriza en su condición folklórica, tal constituye la aportación más significativa de César Concepción a la música popular nacional.
Exactamente el martes 31 de marzo de 1954, apenas dos días después de la inauguración de Telemundo / Canal 2, la ya famosa orquesta volvió a hacer historia, convirtiéndose en la primera en ser contratada para actuar de manera permanente en la naciente pantalla chica boricua. Específicamente, en el programa “Coca-Cola busca estrellas”, también animado por Mariano Artau y que iba al aire a las 8:00 de la noche. Posteriormente (1963-1966), fue la oficial de “El show del mediodía”, producido por Tommy Muñiz. en WAPA TV / Canal 4.
En esta etapa, César Concepción mantuvo su orquesta, con carácter permanente o “de planta”, en el Caribe Hilton (1950-1952) y en el Hotel Flamboyán durante el período 1958-1968, habiendo acompañado a todas las estrellas internacionales que desfilaron por aquel escenario.
En 1968, César Concepción desintegró su famosa banda y se radicó con su familia en Nueva York. Permaneció retirado del ambiente musical hasta 1972, cuando retornó a su patria y organizó una nueva orquesta junto a su viejo compañero y amigo Joe Valle.
El maestro César Concepción falleció en Río Piedras, el 11 de marzo de 1974, a consecuencia de un infarto cardíaco sufrido pocos días antes. Para entonces, planificaba legalizar su unión con quien había sido su segunda esposa, Elvira Peña, pues nunca dejó de vivir con ella, aunque se habían divorciado un par de años antes.