AGUSTÍN BARBOZA
Biography
Agustín Barboza (5-May-1913, Paraguay – 18-Dic-1998)
Agustín Barboza: Conocido como “EL RUISEÑOR DE LA GUARANIA”, este singular hombre fue todo un caballero, un patriota. Mesurado y metódico en su vida personal, disciplinado, sin vicios, se cuidó de no trasnochar nunca, ya que luego de sus actuaciones regresaba inmediatamente a descansar a su hogar, e inclusive este cuidado llegó a las comidas que consumía. Además Agustín Barboza era autodidacta y un hombre muy culto, gustaba de leer muy buenos libros.
Agustín Barboza nació en Asunción el 5 de mayo de 1913, pasando sus primeros años de vida en el barrio San Gerónimo, y poco después en el barrio San Antonio, muy cerca de la bahía. Sus padres, Agustín Barboza y Pabla Rojas, desde pequeño le enseñaron a amar la música y en especial la folclórica; que en esos barrios asuncenos de casitas humildes descubrió Agustín al son de las famosas bandas típicas de Paraguarí, Itá y Yaguarón, o bien observando a los dúos que cantaban en la recova del entonces movimentado puerto de Asunción.
Su primer maestro fue Ángel Mascarita, cantor y guitarrista de Loma Clavel. Cuando Agustín cumplió 10 arios de edad, su tío Pascual le obsequió una guitarra valenciana; con ella cantó en los barcos del puerto, a los marineros, a su tío Pascual y a sus amigos y compañeros. Tal es así que muy pronto Agustín Barboza empezó a trabajar en un barco de bandera argentina, el “Mixu”, con la suerte de que el propio capitán, entusiasmado por sus dotes musicales, lo invitó a viajar. Muy joven, con 16 años de edad, en la primavera de 1929 con un cargamento de maderas zarparon del puerto de Asunción rumbo a Buenos Aires. Estando ya en la gran ciudad, precisamente en el barrio de La Boca, Agustín Barboza se pasó escuchando los tangos de Ignacio Corsini, Agustín Magaldi y Carlos Gardel. Luego de varios viajes con el “Mixu”, entre ambas capitales, decidió asentarse en Buenos Aires, y en el sencillo barrio de Isla Maciel encontró alojamiento junto a otros paraguayos trabajando como estibador en el puerto.
Agustín Barboza formó su primer dúo musical con el recordado Basilio Melgarejo Molinas, “Melga”, y luego por varios meses cantó acompañado por un conjunto de guitarras en un espacio de música paraguaya en Radio Belgrano, además de cantar también con la Orquesta de Juan Escobar.
Corría el año 1933 cuando debutó como cantante profesional en la Gran Orquesta Paraguaya, dirigida por Julián Alarcón y Diosnel Chase; al año siguiente, invitado por el maestro José Asunción Flores, quien lo buscó personalmente en su lugar de trabajo, pasó a integrar la Orquesta “Ortiz Guerrero” como cantante solista, convirtiéndose en el primer vocalista en dejar registrado su voz, cantando guaranias.
El maestro Flores le solventó unas clases de canto en el Conservatorio de Música. Con la Orquesta “Ortiz Guerrero”, que fue una de las agrupaciones más recordadas de la música paraguaya, se presentó en varios teatros de renombre de Buenos Aires, ganando la guarania un sitial muy importante. Y precisamente “Alma Vibrante”, la guarania de Carlos Miguel Jiménez con música de Barboza, fue una de sus primeras composiciones, grabada en el sello Odeón, que con la interpretación de Agustín fue lanzada por la BBC de Londres. Al poco tiempo fue convocado por Félix Pérez Cardozo para unirse como solista a su conjunto.
A mediados de 1943 regresó a Asunción y participó como vocalista de la Orquesta de José A. Flores. En los años de la 2ª Guerra Mundial, a principios de 1944, el Ministerio de Educación y Cultura le otorgó una beca para estudiar en el Conservatorio Nacional de Música, dependiente de la Universidad de Río de Janeiro, Brasil, donde Carlos Lara Barreiro le abrió las puertas de escenarios y radioemisoras para difundir nuestra música. Al terminar sus estudios aceptó la invitación de Gumersindo Ayala Aquino, en 1947, para integrarse al conjunto “LOS GUAIREÑOS”, que él dirigía, junto a Luis Osmer Meza, Digno García y Humberto Barúa. Inició las presentaciones en México, recorriendo posteriormente Cuba y Centroamérica.
Al finalizar la gira con “Los Guaireños”, estando en Panamá, compuso la letra y la música de “RUEGO Y CAMINO”, guarania que pasó a convertirse en su distintivo y en una de sus más bellas composiciones. Fue estrenada en el viejo Estadio Comuneros, en el año 1951, con la Orquesta de Julián Alarcón, contando también con la Orquesta de Asociación de Músicos del Paraguay, que tenía como director a Carlos Lara Barreiro. Y en marzo de 1952, en la casa de un amigo, don Gilberto Duarte, en el barrio Sajonia, estrenó con letra de Carlos Miguel Jiménez y música suya, otra guarania emblemática: “MI PATRIA SOÑADA”.
En 1953 viajó nuevamente a Buenos Aires, allí con sus amigos le puso música a las letras de Hérib Campos Cervera, “CANTO DEL HACHERO”, que es parte de la obra teatral “JUAN HACHERO”; también le puso música a los versos de otro gran escritor: Augusto Roa Bastos, surgiendo así las bellas canciones “SUEÑO Y REALIDAD”, “DULCE TIERRA MÍA” y “VIVA LA VIDA, VIVA EL AMOR”.
En la década del ’60, ya de regreso al Paraguay, Agustín Barboza conoció a través de la relación artística a la cantante Francisca Zayas (Yverá), quien pasó a convertirse en su esposa a mediados de 1962, siendo su fiel compañera. Posteriormente conformó el grupo “LOS BARBOZA”, grabando tres discos y realizando muchísimas presentaciones en las ciudades más importantes del mundo, uniéndose a partir de 1988 su hija, Diana Barboza.
En 1994 el Gobierno Nacional le condecoró con la Orden Nacional al Mérito, por su invalorable aporte a la música paraguaya.
En 1996 Agustín Barboza publicó sus memorias y vivencias, en un ameno e interesante libro que tituló “RUEGO Y CAMINO”. Al año siguiente obtuvo el Premio Nacional de Música por su composición musical “MI PATRIA SOÑADA”, y en 1998, con 85 años de edad y 70 años de cultivar la música, presentó un material con la orquesta de Oscar Cardozo Ocampo.